Las entidades financieras del país deberán, a partir de ahora, cambiar la forma en la que manejan el riesgo de tasas de interés y del tipo de cambio para reducir la volatilidad ante posibles situaciones de crisis del mercado.
Esto ocurre gracias al nuevo reglamento sobre la administración del riesgo de mercado, de tasas de interés y de tipos de cambio, aprobado por el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) el 14 de junio pasado, que dirige al sistema financiero nacional a adherirse a los estándares de Basilea III.
La norma plantea una serie de modificaciones para preparar a las entidades ante cambios drásticos en el mercado, como, por ejemplo, un pico brusco en el precio del dólar combinado con altas tasas de interés; o un aumento desmedido de la inflación combinado con un pico en el tipo de cambio.
La nueva norma forma parte del plan de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) de implementar un modelo de supervisión basado en riesgo en el que cada entidad, dentro de su marco de gobierno corporativo, decide cuál es la estrategia a gestionar, de acuerdo con su tamaño, capacidad y apetito de riesgo.
“La norma se hizo bajo una circunstancia especial porque el Banco Central estaba modificando el reglamento de operaciones cambiarias y aprovechamos la oportunidad para hacer una norma común y coordinada con el Central”, admitió Javier Cascante, titular de la Sugef.
Entre las entidades consultadas, las opiniones son diversas, aunque todos concuerdan en que el reglamento es un paso hacia adelante para igualar los estándares internacionales.
“Vivimos acontecimientos donde se evidencia que la volatilidad es uno de los principales activos, por lo que empieza a tomar relevancia temas de cumplimiento que conllevan cambios en las estructuras y estrategias”, afirmó Karla Orozco, gestora de cumplimiento normativo de Acobo.
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